- abril 28, 2022
Tipos de esmaltados
“Me han dejado cicatrices por todo mi cuerpo tus uñas de gel”, canta el madrileño C Tangana en “Mala mujer”, en un guiño a su ex, Rosalía. Paralelamente, la artista catalana dice en “Auto Cuture”: “Uñas de Dvine ya me las han copiado”. Es que en los últimos años, para quienes las eligen, las uñas se convirtieron en un accesorio obligatorio de los íconos de la moda, tanto que hasta figuran como protagonistas en las letras de las canciones mainstream. Pero a la hora de elegir un tipo de uñas, el mercado ofrece variedad de opciones. En esta nota, los modelos más populares y sus diferencias.
El esmaltado permanente implica una duración de 30 días, aproximadamente. Pueden durar más según el trabajo al que se expongan las manos y el crecimiento de la uña natural; si el esmalte permanece pero hay mucho crecimiento, se puede rellenar. El brillo se mantiene durante ese período como si estuvieran recién pintadas y el secado es muy veloz, ya que se necesita una lámpara LED o UV. Para su retirada es requisito hacerlo con un profesional con torno o acetona pura, para evitar que se dañe la uña. Luego de la retirada, se debe hidratar la uña con aceites nutritivos o cremas hidratantes.
Dentro de los esmaltados permanentes, podemos encontrar distintas aplicaciones sobre las llamadas esculpidas, que tienen la posibilidad de extender la uña: se puede usar sobre uñas de acrílico (una mezcla de polvo acrílico y monómero líquido que se combina en una masa y se esculpe la uña postiza), sobre las de porcelana (una amalgama de un monómero líquido, de un polímero sólido y de fibra de vidrio que se coloca encima de las uñas) o sobre las de gel acrílico.
Las de gel son las más modernas y lucen más naturales, además de ser más fáciles de colocar. Las uñas de porcelana son más rígidas y de un material más fino que las acrílicas, por lo tanto, más frágiles. Dentro de las acrílicas, se encuentran las uñas solares: son de color rosa natural, similares a la manicura francesa y son más duraderas que las acrílicas convencionales.
Es necesario saber que estos tipos de esculpidas sellan la superficie de la uña natural: es fundamental limpiar bien la uña antes de colocarlas y luego de la retirada para prevenir hongos.
Por su parte, el esmalte semipermanente tiene una duración de dos semanas, aproximadamente. Necesita una base antes y un top coat después. Al igual que el permanente, necesita lámpara UV o LED para su secado, que asegura su fijación. Para su retirada, se utiliza acetona pura o torno, de la mano de un o una especialista.
Por su parte, el esmalte “normal” dura no más de 6 días, se seca con el ambiente y para su retirada solo se precisa un quitaesmaltes convencional, que se consigue en cualquier farmacia o kiosco.
Una opción intermedia entre el permanente y semipermanente es el kapping: una fina capa de acrílico o gel fortificador que actúa como barrera protectora. Sobre esta capa se aplica el esmalte semipermanente. No funciona para extender la uña, pero sí acompaña el crecimiento con una duración de hasta un mes.
Existen también las uñas dip-power, en tendencia. Se realizan con un polvo de inmersión, desde donde proviene el color, y tienen una duración entre tres a cuatro semanas. El polvo se adherirá a la uña con un sellador.
Sea cual sea el modelo y material elegido, las terminaciones de las uñas pueden ser redondas, cuadradas, almendradas, ovaladas, ballerinas, entre otras. También pueden ser decoradas con diseños de color, glitter u otras aplicaciones.