- mayo 23, 2023
Peluquería Sostenible
¿Escuchaste hablar del término “belleza consciente”? Es una forma de consumo sostenible en el ámbito de la estética. Es decir, usar productos y prácticas que no dañen al ambiente. Seguramente te enteraste de la tendencia del shampoo sólido: uno de sus principales atractivos implica que es un producto libre de plásticos, ya que no lleva envase —es similar a un jabón—. La belleza consciente incluye, también, que los ingredientes sean cruelty-free, como podés ver en esta nota Vanta.
El ambientalismo cada vez pisa más fuerte y la belleza consciente escaló al siguiente nivel: ¿sabías que en este momento existen emprendimientos que reciclan el pelo que sobra en las peluquerías?
El programa estadounidense Clean Wave, por ejemplo, identificó dos problemas: el primero, que las toneladas de pelo que terminaban en los basureros y/o cañerías propiciaban la contaminación ambiental; el segundo, los océanos, por los derrames petroleros, están en estado crítico. “Hay más de 2.500 derrames de petróleo al año, en promedio. También hay más de 370.000 peluquerías en los Estados Unidos. Y más de 200.000 peluqueros de mascotas. Cada uno de ellos corta un promedio de un kilo de cabello”, justifican en su página web.
Entonces, la organización unificó ambas problemáticas para desarrollar una solución. Como el cabello de mamíferos puede absorber de tres a nueve veces su peso en aceite —y no hay otro material que tenga esta propiedad—, empezó a reciclar el pelo para crear contenedores —que funcionan como esponjas y filtros— para mitigar los derrames. El invento evolucionó y se trasladó para la protección de la tierra.
Por otro lado, en Bélgica, existe Hair Recycle, un emprendimiento que recoge el pelo de las peluquerías para crear “colchones” —una máquina lo procesa y produce alfombras enmarañadas— con un fin similar al programa anteriormente mencionado: los colchones son fabricados con un kilo de cabello y logran absorber hasta 7 u 8 litros de hidrocarburos.
La Fundación Matter of Trust de Chile desarrolló un proyecto llamado “agropelo”, que consiste en utilizar estos colchones en la industria de la agricultura, para ahorrar hasta un 50% en consumo de agua de riego, proteger la tierra al conservar su humedad y alejar malezas, entre otros beneficios.
En varias partes del mundo los y las peluqueros/as se organizaron para enviar bolsas con pelos a diversas organizaciones con fines sustentables. El cabello humano ya se utiliza, además de los ejemplos citados, en la medicina, cosmética, arte, construcción, entre otras. ¿Te animás a empezar una iniciativa local?