- abril 17, 2023
La caída de pelo durante el embarazo: ¿mito o realidad?
Que están más lindas. Que están más radiantes. Que tienen el pelo mejor que nunca. Muchos son los halagos que giran en torno a una persona embarazada. Si es el cabello lo que nos concierne, tiene una razón científica: durante el segundo trimestre de embarazo, los estrógenos generarán menor caída, más fuerza y más volumen capilar.
En contraparte, durante el primer trimestre de embarazo, los niveles de progesterona son más altos. Esto genera que el pelo luzca más debilitado, con menos brillo y se notará más la caída. Lo mismo sucederá en el posparto, dado el déficit de algunos micronutrientes y oligoelementos. Así lo experimentaron el 45% de las mujeres que estuvieron embarazadas, según el Equipo Médico de Ginecología y Obstetricia (EGOM). Para amortiguar los cambios durante este proceso, se recomienda una dieta rica en frutas y verduras, y especialmente, de vitamina B, biotina, hierro, zinc, cistina, calcio y yodo.
Ante cualquier duda, Vanta recomienda una consulta con su médico o médica de cabecera. El consejo de un especialista aplica también para cualquier otra pregunta, como si se permiten o no tinturas de pelo durante el embarazo. En este caso, se recomienda evitarlas como medida preventiva: hay −mínimas− posibilidades de que los químicos del producto se absorban a través de la piel, lleguen a la circulación sanguínea y, en consecuencia, entren en contacto con el o la bebé, lo que podría resultar perjudicial. De todos modos, hay quienes deciden teñirse el pelo. Probablemente sea necesario, previamente, una prueba de alergia cutánea para identificar la reacción del cuero cabelludo: lo decidirá el o la profesional médico.
Al tratarse de una hormona, los efectos no son iguales en todas las personas gestantes. Si bien es más común en las cabelleras largas, no todas perciben cambios drásticos en su cabello cuando están embarazadas o durante el posparto. Si los cambios suceden, no debería representar una preocupación. El pelo suele retomar su ciclo normal de crecimiento a los seis meses después del parto.