La importancia del cabello para las mujeres

“El pelo es todo”, grita en la peluquería la protagonista de Fleabag, la multipremiada serie de Amazon. La mujer reclama una compensación económica por el terrible corte que le hicieron a su hermana, que está parada junto a ella. El peluquero les responde: “No me juzguen a mí por sus malas decisiones. Es exactamente lo que pidió; y de todos modos, el pelo no es todo en la vida”. Ellas se miran indignadas y rectifican: “El-pelo-es-todo”. Luego, Fleabag agrega: “Desearíamos que no fuera de ese modo, así podríamos pensar en otra cosa, pero no es el caso. Allí está la diferencia entre un buen día y uno malo”. Si bien la conversación entre los personajes tiene tintes humorísticos, la escena cuestiona una realidad: ¿por qué el pelo resulta tan importante para las mujeres?

En términos generales, el cabello revela rasgos de la cultura. Pero desde hace mucho tiempo que el pelo arrastra una importante carga simbólica que aún en la actualidad se manifiesta. Recordemos la leyenda de Sansón: en su cabello radicaba una fuerza sobrenatural. Sucede que en tiempos más contemporáneos, todavía se asocia la salud y el poder con lo que haya en la cabeza. La representación de una persona enferma, por ejemplo, se pensaría con una fibra capilar débil. Belleza, poder y vitalidad: ¿cómo no va a tener extrema relevancia el cabello?

Al pelo, además de relacionarlo con un cambio de etapa o un cierre de ciclo, se lo vincula con la sexualidad, la fertilidad y la virilidad. En la Antigua Grecia, las mujeres vírgenes debían llevar el cabello largo, para que una vez que se casaran, se corten el pelo y se lo ofrendan a Deméter, la diosa de la fertilidad. Otro ejemplo: el cuidado del cabello de los espartanos previo a la batalla era para celebrar la masculinidad. Por otro lado, en Atenas, cuando los hombres estaban atravesando un luto, no se afeitaban y andaban con el pelo despeinado y descuidado, como una señal de rechazo hacia el erotismo. Las viudas, también, tenían la costumbre de cubrirse el pelo con un pañuelo negro.

Los casos son miles y la carga simbólica del pelo desde épocas de antaño es de tal tamaño que atraviesa nuestra sociedad hasta el día de hoy: naturalizamos los atributos y connotaciones que implica, pero aún así, no podemos negar la importancia que tiene. En esta nota, se comprenden las razones.