- marzo 28, 2022
Cómo repercute la alimentación en el cabello
Nuestro cuerpo responde a lo que consumimos: por eso, la frase popular “somos lo que comemos”. El alimento que incorporamos repercute −de manera positiva o negativa− en cada célula; y eso incluye nuestro pelo. Hay algunas características del cabello que se heredan o se ven afectadas por factores hormonales o emocionales, como puede ser la caspa o las canas, pero variables como el brillo, la fuerza y su crecimiento sí se pueden beneficiar de una alimentación saludable.
Entonces, ¿qué alimentos nos convienen en estos términos? Para empezar, es necesario una dieta rica en proteínas: son las que estimulan la formación de colágeno y queratina, que protegen al pelo de agresiones externas y favorecen su crecimiento. El huevo sería un ejemplo ideal.
A su vez, los antioxidantes de los frutos rojos y la vitamina C de naranjas, kiwis, brócoli o frutillas, entre otros, también colaboran en materia de luminosidad y fortaleza. El hierro, cuya fuente principal es la carne, y la ingesta de al menos 2 litros de agua al día son fundamentales para la salud capilar.
Otra clave: la incorporación de ácidos grasos como el omega-3. Se puede encontrar en el pescado, nueces o semillas, y es elemental especialmente en invierno. Ayuda a incrementar la densidad del cabello y evita su caída. El zinc, por su parte, es primordial para estimular su crecimiento, proteger la raíz y la pigmentación, y prevenir su posterior caída. Puede incorporarse a través de carnes rojas, huevo o mariscos.
Si bien hay alimentos que se pueden ingerir para favorecer el pelo, hay algunos que lo dañan. Es el caso de los azúcares. El exceso de ellos obstruye la absorción de vitaminas necesarias para la salud capilar (y no capilar también) y empeora la circulación, lo que propicia la caída del pelo. Desde Vanta recomendamos no tomar ningún suplemento sin prescripción médica.