- octubre 15, 2020
Condiciones edilicias y laborales de las peluquerías
El corazón de una peluquería reside en sus trabajadores. Ellos y ellas son los y las que hacen que funcione y se mantenga con vida. Por eso es importante que se sientan cómodos/as. Es primordial que el ambiente laboral se adapte a sus necesidades y no al revés. El espacio debe ser cuna de creatividad. Además, debe ser tranquilo, pero sin que aporte demasiada relajación porque eso hace que la labor y las ideas se anestesien. Hoy, frente a la reapertura de las peluquerías tras el cachetazo del COVID-19, veremos cuáles son las principales condiciones de un entorno laboral ideal (obviando, claro, el protocolo obligatorio que exige el gobierno).
En primer lugar, es fundamental una buena iluminación. De ser posible, que tenga mucha luz natural; y si no, complementar con luz artificial. La buena iluminación es necesaria para leer correctamente las etiquetas de los productos, poder ver bien los colores, las texturas y para que no haya peligro en la manipulación de las herramientas y productos. Asimismo, una mala iluminación puede causar fatiga visual, cansancio o malestar en los y las profesionales y clientes.
La ventilación es uno de los factores a los que se debe prestar más atención. Durante muchas horas del día los y las peluqueros/as están expuestos/as a productos que pueden emanar olores desagradables y molestos. Son muchos los materiales que actúan al mismo tiempo, y sin una buena ventilación se podría contaminar el ambiente y perjudicar la salud de las personas que ocupan el espacio. La ventilación también es elemental para controlar que la humedad y la temperatura sean óptimas para las condiciones laborales. Debe de existir un depósito metálico para los residuos diarios, que se pueda mantener cerrado y fuera del alcance de trabajo.
La estructura de una peluquería debe facilitar el tránsito. Los y las profesionales pasan el mayor tiempo de su jornada de pie y moviéndose de un lado a otro. Es básico que el traslado de un lugar a otro sea sencillo y sin obstáculos, para ahorrar tiempo y hacer más dócil el trabajo.
Lo ideal es que el espacio tenga un área de recepción y espera con sillones para garantizar la comodidad de los clientes sin estorbar a los trabajadores. Es de carácter imperativo la existencia de una mesa amplia y limpia, en donde los y las profesionales puedan acceder fácilmente a sus herramientas. El exceso de muebles será pecado en las peluquerías, y los cables eléctricos deberán quedar ocultos o recogidos. Lo ideal sería que el suelo sea antideslizante y que no tenga ni escalones ni desniveles, y que sea fácil de limpiar e impermeable por si se derrama algún producto. Por convenio, de las paredes deben colgar solamente espejos, perchas y la habilitación comercial. Sí, los cuadros son lindos…pero es preferible evitarlos.
Que el empleado tenga a mano una silla para reposar en los momentos libres es un derecho. Es obligatorio que se cumpla. Además, toda peluquería “deberá poseer un aparato esterilizador para desinfección del instrumental, el que deberá mantenerse constantemente en funcionamiento”, según el convenio. “Es obligación del responsable, desinfectar el instrumental antes de utilizarlo, y el cliente tiene derecho a reclamar en tal sentido, si así no se hiciere o se presume la evidencia de que no han sido esterilizados. Queda prohibido el uso de papel impreso u otro que no se considere higiénico para la limpieza de la navaja”.
¿Sabías que por convenio el personal de una peluquería debe estar uniformado durante el ejercicio de sus funciones con chaquetas, guardapolvos o delantales blancos? Si no se implementa el uniforme, es recomendable usar ropa y calzado cómodos; y guantes, batas y delantales para evitar posibles irritaciones si se salpica producto a piel y ojos.
Un factor invisible pero no menos importante para tener en cuenta: el ruido. Como norma, en una peluquería los sonidos no deberían sobrepasar los 65 decibeles. Es una medida difícil de respetar ya que cualquier secador en funcionamiento supera esa marca. Entonces, ¿cómo hacemos? Abrimos el debate para construir una mejor situación entre todos y todas. Si se exceden los límites permitidos, se pone en riesgo la salud auditiva (puede causar desplazamientos temporales o permanentes del umbral de audición) y psicológica de las personas presentes. La exposición a niveles de ruido de mediana intensidad pero con una prolongación mayor en el tiempo afecta del mismo modo.
Entonces, como profesional está en tu derecho exigir que estas medidas se cumplan. La mejora del ambiente laboral aumentará la calidad el trabajo. El y la peluquero/a es el centro de la peluquería, por lo tanto, es de primordial importancia protegerlo.