- diciembre 22, 2021
La peluquería como refugio
Si vamos a generalizar, se puede decir que con el fin de año llega también el estrés, las corridas y el cansancio. Se cierra un ciclo y con ello, un remolino de emociones. No es casual que diciembre sea temporada alta en las peluquerías: la gente busca renovarse, empezar de cero. ¿Por qué es que ante cambios radicales como terminar un año, una ruptura de relación o entrar en otro trabajo queremos cortarnos el pelo, teñirnos o mutar nuestro look? Allí es cuando entran en juego las peluquerías como refugio.
La vida sucede y a su paso deja cicatrices. Algunas son recuerdos lindos, otros no tanto. Pero sea cual sea el caso, las marcas afectan nuestra persona, que se modifica junto con las experiencias vividas. Por eso, cuando sentimos que entramos en una nueva etapa también vienen las ganas de sentarse en la silla frente al espejo y dejarse en manos de un profesional de la estética. De hecho, en los años 90, Lenny Kravits se cortó las rastas luego de finalizar su relación con Vanessa Paradis y justificó: “Necesitaba cambiar mi energía, entonces corté mi cabello”. Así también lo aseguraba Coco Chanel: “Una mujer que se corta el cabello está a punto de cambiar su vida”.
El entorno no se puede modificar, pero los cambios sobre nuestra persona son a piacere. Cambiar el hairstyle, entonces, es una manera de estar en control. La socióloga Rose Weits entrevistó a 44 mujeres, entre 22 y 83 años, y concluyó que todas creían que su pelo determina cómo las ve el exterior y que acciones como cambiar de look desafían la subordinación. Así lo expresó Weits en su informe de 2001 llamado Women and Their Hair: Seeking Power through Resistance and Accommodation. Entonces, ¿qué cambio estás pensando para arrancar el 2022?
La psicología advierte que los cambios físicos ayudan a dejar el pasado atrás, aportan fuerza, seguridad, limpieza, manifiesta la búsqueda de nuevas energías, renuevan y representan la superación. En algunos casos, pueden ser un símbolo de rebelión. Y ante la posibilidad de cambios físicos, ¿qué más práctico que la peluquería? La transición más sencilla está a la vuelta de la esquina.