Día del Peluquero/a

25 de agosto: Día del Peluquero/a, una celebración que existe hace 725 años. La fecha fue elegida en conmemoración de la santificación del rey de Francia Luis IX por parte de la Iglesia Católica, en 1297. La pregunta es obvia: ¿cómo se vincula esto con la peluquería?

Sucede que en el siglo XIII europeo, el rubro de la peluquería no se consideraba prestigioso, aunque solo era un privilegio que se ejercía para la nobleza. La razón de esta desacreditación era porque se los reconocía como “sirvientes reales” que poco trato tenían sobre el pelo natural (la mayoría de la burguesía usaba pelucas armadas). 

Pero fue el monarca antes mencionado quien agradecido por la prolijidad y dedicación que mostraba su peluquero con el oficio lo designó “hombre libre”, lo que significaba un ascenso en la jerarquía social. Fue un antes y después para la profesión. 

Luego, llegó otro motivo más contemporáneo y local para el festejo de la fecha. Un día como hoy, pero en 1877, el peluquero y director de teatro −¡un artista!− Domingo Guillén homenajeó el día con una gran fiesta en el teatro Coliseo, con la participación de más de 400 especialistas del peinado. La reunión dio el puntapié para la creación de la Sociedad de Barberos y Peluqueros en Pergamino, una ciudad ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires. Y en 1940, el Congreso Nacional de Peluqueros designó el 25 de agosto oficialmente como el Día del Peluquero.