- marzo 8, 2023
#8M: Cómo el rizador de pelo emancipó a la Mujer
Lo recordamos cada mes: el pelo no es solo pelo. Tiene historia y significado. De hecho, uno de los artefactos usados para el estilismo del cabello colaboró con la emancipación de la mujer. Sí, los sucesos detrás del rizador de pelo explican cómo se llegó a la sociedad de hoy y cómo luchó la mujer por ser más libre. Pero eso es solo el final de nuestra historia.
Los hechos comienzan a principios de la década del 60, en Dinamarca. En esos tiempos, el público que acudía a las peluquerías era en su totalidad femenino. La tendencia eran los rulos, y para ello se utilizaba un rizador de hierro, que había que calentar previamente en el fuego. El proceso era costoso, molesto y muchas veces, doloroso.
El empresario Axel Byvang detectó la necesidad de cambio y, a pesar de que lo trataran de demente, compró la patente del invento e invirtió grandes cantidades de dinero para desarrollarlo. “Todo el mundo creía que estaba un poco loco», dijo Mette Henno, la guionista de “Carmen Curlers”, la serie que retrata la secuencia.
Nació así el rizador eléctrico. En primer lugar, le dio a las mujeres algo equivalente al oro: el tiempo. En menos de diez minutos, se obtenían rizos perfectos, de una manera fácil, rápida y barata. En segundo lugar, pero no menos importante, emancipación: Byvang impulsó un negocio masivo y contrató para su empresa a, al menos, 3.5000 mujeres para que vendieran y promocionen el producto.
Así, las mujeres consiguieron insertarse en el mundo laboral dominado por hombres; lograron, también, ser independientes en términos económicos. Se comunicaron entre ellas, compartieron experiencias y problemáticas, se organizaron, formaron un sindicato. En definitiva, se volvieron más libres.