- julio 22, 2020
Por qué se cae el pelo y cómo evitarlo
La caída del cabello durante la cuarentena se potenció de manera significativa. El estrés, la ansiedad y la depresión se manifiestan a niveles psicológicos, inmunológicos y endocrinológicos. Hay muchas hormonas involucradas en el desarrollo de estas afecciones, que a la vez pueden alterar el cuero cabelludo y generar la caída prematura del pelo, si es que la persona es genéticamente propensa.
Como bien saben los y las especialistas, no hay que entrar en pánico si solo se observan un par de pelos en la almohada. Las personas suelen perder un promedio de 50 a 100 cabellos al día, que pueden crecer durante 2 a 7 años. Perder algunos pelos por día es síntoma de salud y corresponde al ciclo natural del cabello: significa que hay pelos nuevos que están creciendo en los folículos pilosos antes ocupados. El cabello se recambia por sí mismo, mientras que todos los pelos están en distintas fases (el 90% está en crecimiento, y un 10% está en expulsión. Entre ambas fases hay un período de descanso de tres meses aproximadamente en el que el pelo no crece más). Cada folículo tiene entre 25 y 30 ciclos. La caída se produce cuando los ciclos son afectados.
La vejez (porque terminan los ciclos de algunos cabellos), la genética y la ingesta de medicamentos (que contengan litio, beta bloqueadores, warfarina, heparina, anfetaminas y levodopa) también pueden acelerar la pérdida del pelo.
En casos excepcionales, si un cliente se debe realizar quimioterapia, se recomienda un gorro de frío, que reduce el riesgo de que se pierda el cabello durante el tratamiento.
Para prevenir la caída en general, es fundamental una dieta equilibrada y fortificante en cuanto a nutrientes, y un bienestar psicofísico. Hacer ejercicio frecuentemente favorece la salud mental, y por ende, la endocrinológica. Cada uno/a podrá encontrar sus propios métodos para una mente en equilibrio, como hacer manualidades o practicar meditación o yoga. El ejercicio, además, mejora la circulación, que cumple un papel primordial para conservar la fuerza del folículo. Unas sesiones de masajes circulares y con las yemas de los dedos podrían colaborar.
Asimismo, es importante no cepillarse el pelo cuando está mojado ni retorcerlo con la toalla, porque es cuando está más débil y es más vulnerable a ser arrancado. Someterlo a temperaturas altas de forma constante, los peinados tirantes cotidianos, el fumar, el cloro y la luz solar excesivos también lo dañan y lo hacen predisponen a la caída.
Estar descansado/a también evita la caída prematura. Y como siempre, la mirada de un profesional es clave para identificar la variable problemática en el crecimiento, y así aportar una solución certera.